Este cómic dedicado a Los templarios de Monzón pretende derribar la barrera insalvable del tiempo que separa nuestra época del periodo medieval en que la Orden del Temple tuvo su preponderante protagonismo. Se ha focalizado la acción fundamentalmente en el territorio de Monzón, aunque sin desligarla de los nexos vinculantes con la historia general de la Orden.
Para crear mayor interés, los datos de fuentes originales y secundarias que hacen referencia expresa a Monzón se han introducido en la medida que ha sido posible.
Se han cuidado aspectos como el uso de vocablos y topónimos casi en desuso, pero que forman parte del patrimonio oral de los montisonenses. También se han aprovechado los últimos hallazgos arqueológicos para la ilustración de algunas viñetas y se han recreado situaciones imaginarias con la intención de cautivar al lector.
La ausencia de datos gráficos de la época ha sido un grave inconveniente para lograr el acercamiento visual al lector, por ello al reflejar los episodios donde se supone que tuvieron lugar, se ha tenido en ocasiones que falsear la historia.
El cómic concluye con la extinción de la Orden en Monzón.