El discurso ruralista abrazado por el régimen del 18 de julio convirtió al medio rural en un destinatario preferente, no solo de su retórica, sino también de buena parte de sus esfuerzos económicos y sociales. La Sección Femenina, institución oficial para el encuadramiento de las españolas, sería la encargada de acercarse a los pueblos de la provincia de Huesca con propósitos adoctrinadores, ofreciendo diversas fórmulas de educación, asistencia y ayuda espiritual a las mujeres del campo. Este libro pretende recorrer sus actuaciones en el medio rural oscense de una manera crítica, con las herramientas que nos ofrece la historia, y reconstruir una parte de la trayectoria de la organización sin caer en el indulto romántico o el bálsamo emotivo, amables pero vacíos, con los que frecuentemente se ha abordado la evocación de la vida cotidiana en la Dictadura.