La Guerra CIvil castigó de una forma importante las tierras de Aragón, dividiendo en dos partes el terriorio durante la mayor parte del tiempo que aquello duró. La mitad oriental permaneció leal a la República, mientras que las tres capitales de provincia y el resto de las localidades se sublevaron. Desde Zaragoza se articuló toda la defensa de Aragón. La importancia de esta capital para los sublevados, no dejar lugar a dudas. Pero también la tuvo para la República. La Gran Ofensiva del verano de 1937 lo demuestra. Ofensiva en la que se produjeron, entre otors, los combates de Zuera, Villamayor, Quinto, Fuentes, Codo y Belchite.