Hablar de un paisaje aragonés es como pretender resumir el mundo. Mejor, hablar de paisajes. Con esta frase inicia el escritor Julio Llamazares su sugerente introducción literaria al territorio aragonés, una visión particular de las tres provincias –Huesca, Zaragoza y Teruel– dando así comienzo a un recorrido por una tierra llena de contrastes, Aragón, país de múltiples realidades y singularidades que configuran su grandeza. Desde las grandes montañas del Pirineo donde nace el viejo reino, pasando por las desérticas tierras de los Monegros, hasta la depresión del río Ebro, cuyas aguas desborda hasta alcanzar las fronteras de Castilla y de Valencia, se extiende una tierra que estas páginas invitan a conocer. Los diez capítulos enseñan el pasado, el presente, y por supuesto el futuro de Aragón, a través de su geografía; su rica historia, sus manifestaciones artísticas correspondientes a períodos y movimientos de gran arraigo como el románico, o el peculiar mudéjar; su cultura tradicional arraigada en los pueblos y ciudades; sus festivales y las manifestaciones culturales de más actualidad; las diferentes lenguas; su historia literaria; el derecho, una constante en la identidad aragonesa, pueblo siempre defensor de la libertad y la justicia; los avances en la economía, en la ciencia, así como la apuesta por las nuevas tecnologías, proyectos e iniciativas que van a situar a Aragón en el lugar que se merece. Y todo, acompañado de un diverso material gráfico que ofrece una panorámica visual de aquello que el texto va relatando.