La indiferencia occidental ante el descenso de Siria a los infiernos abrió el camino a las potencias regionales que armaron a los diversos bandos de la contienda, lo que intensificó el sectarismo en un país donde las minorías étnicas y confesionales representan una tercera parte de la población. En este escenario caótico surgió el califato yihadista proclamado por el ISIS. La aproximación al conflicto sirio no resulta sencilla, entre otras cosas por la multiplicidad de actores implicados en su desarrollo y la diversidad de intereses que defienden. Para tratar de comprenderlo no solo basta con abordar la situación interna, sino que también es imprescindible detenerse en sus dimensiones regional e internacional para determinar hasta qué punto las injerencias de Rusia, Irán, Estados Unidos,