Las páginas de perro sin nombre nos sumergen en la obra océano que LCMB ha ido creando a lo largo de su vida literaria. Con muy pocas palabras recorremos rincones inesperados de cuentos tradicionales, paraísos escurridizos, lugares donde lo imaginario y lo cotidiano confluyen en una suerte de naturalismo mágico, último refugio posible para animales, fantasmas y plantas en fuga. El descenso progresivo hasta las profundidades de este volumen nos lleva a un episodio de la infancia del autor, al cuento que cierra y pone título al libro, posiblemente la única vez en la que LCMB no llamó a alguien (o a algo) por su nombre.
José Fernando Martín Pescador