¿Qué opinaría la humanidad si Fleming, al conocer un día que la colonia de un hongo tenía poder antibacteriano, con lo que podía descubrir el imponente valor de los antibióticos, no hubiese continuado con su observación e investigación? ¿Qué pensarían los científicos del siglo XXI si Newton no hubiese seguido investigando las leyes que gobiernan el movimiento de la Tierra y de los cuerpos celestes? ¿Qué criterio tendrían los enfermos de tuberculosis y de otras enfermedades si Marie Curie hubiese declinado el estudio de la radioactividad que supuso la creación de los rayos X, tan imprescindibles para multitud de enfermedades de antes y de ahora?
Fleming, Newton, Curie, entre otros, tras unas primeras observaciones, no habrían llegado a las conclusiones y hallazgos conocidos si no hubiesen estudiado intensamente aquellos fenómenos que estaban observando.
Gracias a la labor del estudio, la humanidad debe muchísimo a cientos de físicos, químicos, matemáticos, biólogos, ingenieros, literatos, filólogos, etc. Y, por supuesto, a los estudiantes.
Estudiar es uno de los trabajos más importantes. Por este motivo tiene que estudiar el niño de Primaria, el adolescente de Secundaria y Bachillerato, el joven universitario o incluso el profesional adulto.
Este libro recoge estrategias, recursos y ejercicios prácticos, además de dar pautas sobre aspectos de la recogida de información, de su análisis y de su adecuada elaboración, sobre el método de estudio e importancia de la atención, sobre el desarrollo verbal, los hábitos y actitudes necesarios en el estudio, así como sobre la educación de la voluntad. Con ellos, estudiar es más fácil y se consigue aprender con mayor profundidad.