Los relatos que se recogen en este volumen fueron escritos a lo largo de una veintena de años. Aunque inicialmente no se escribieron pensando en formar parte de una obra conjunta todos tienen en común el reflejo de una cruda realidad que nos es revelada a personajes y lectores y que, aunque dura, es muy necesaria. Así encontramos relatos en los que se habla del respeto por las ilusiones ajenas, de la inutilidad de los bienes materiales, de la supervivencia y la soledad, del dominio que ejercen los que manejan nuestras necesidades, del niño que fuimos y que todos hemos perdido, pero entre toda la crudeza que encontraremos en estos retazos de realidad convertida en ficción también encontraremos, como en la realidad, mucho humor y ternura.
El hombre que destruía las ilusiones de los niñosrecoge un total de veinticinco relatos que nos harán reflexionar acerca de nuestros propios valores y los de la sociedad en que vivimos.