En un pueblo de Girona aparece la falsa tumba de Benjamin, con su nombre y sin sus restos, al lado del impresionante monumento en Portbou, aparece como una alegoría inquietante que da una pista sobre cómo persona y obra han sido utilizados, y no precisamente para comprender su pensamiento. A.Aguilera, uno de los mayores expertos en la obra de W.Benjamin,actualiza la filosofía de este pensador.