En el año 1082 el rey de una moribunda dinastía que reinaba en un minúsculo territorio de Persia, situado en la orilla sur del mar Caspio, comenzó a escribir para su joven príncipe heredero un valioso libro de consejos para instruirlo en las artes y oficios de entonces y curtirlo en la virtudes de las que debe hacer ostentación todo prohombre de su tiempo. El autor de este espejo de príncipes será el penúltimo de su dinastía, y su hijo, el último de una saga de reyes de auténtica ascendencia sasánida. Su única obra conocida, el Qy#257;busny#257;my#275;, se erigirá en la literatura persa como uno de los grandes monumentos literarios en prosa y en el espejo de príncipes de más calidad de los escritos en prosa llana en la lengua del Irán.
Además de obra sapiencial sin parangón en la literatura persa, el Libro de Qy#257;bus ?traducción literal del título?, se erige como un monumento literario donde el islam y el Irán preislámico se mezclan en una trama indisoluble que el autor ofrece a su hijo como legado intelectual, cultural y sapiencial.