Esta apasionante historia atrapa al lector desde la primera página y lo guía a las profundidades del mundo artesanal románico del siglo XII.
Luño, un simple aprendiz de tallista, se ve obligado a no desarrollar su pasión por la escultura en una sociedad medieval organizada en rígidas estructuras sociales y jerarquías gremiales. A pesar de todo, decide trabajar la piedra y, a lo largo de su vida, deja su huella en diversas iglesias y monasterios de Huesca y las Cinco Villas. Incluso llega a tener una escuela, pero en sólo una ocasión firma su obra con el me fecit típico de la época.
Luis Gonzalvo Flores expone en esta, su primera obra, una explicación a este hecho tan curioso, así como al misterio de la desaparición de la gota (el tesoro) del monasterio de San Juan de la Peña, en Santa Cruz de las Serós.
A través de un recorrido por las diferentes obras de este tallista de Agüero, como lo llaman en el lugar, e ilustrado con fotografías de su trabajo, el autor desgrana una historia apasionante y llena de vida, como la que recobra la piedra en manos de Luño.