Juntar pequeñas teselas una a una, formando muestras y motivos, está al alcance de cualquiera, pues las piezas cuadran entre sí como en uno de nuestros puzzles de la niñez. Esto resulta cautivador, es divertido y transmite una paz que hace que el estrés diario desaparezca en unos minutos. Cuando se elabora un pequeño fuego artificial de colores y diferentes formas, y el trabajo está totalmente terminado, podremos entonces observar orgullosos una pequeña obra de arte surgida de nuestras propias manos.
Preciosas mesitas, cajitas, espejos, marcos, floreros o portavelas de colores elegidos por uno mismo, se convierten en piezas muy decorativas.
Les deseo horas disfrutando de las pequeñas teselas de colores y mucha ilusión con los objetos cotidianos mágicamente adornados.